…sobre terrazas desiertas*

Quien de la noche llega

al aire

al fuego

a la caverna donde espiamos

y nos espían

con absurda impunidad

¡la noche!

somos la humanidad ausente

los cachorros de nadie

por los que no se llora

que no se abrazarían nunca

un escupitajo de meritazgo

entre los pliegues

de las paradas de bus

los sueldos malos

del “salváte vos, pendejo”

si no se quiere terminar tirado

a la mitad del camino a ninguna parte

ostentando el logro de ser un cadáver estorboso

recordatorio de lo que no hay que hacer

felicitación de alguien más por haber escuchado los cantos de sirena

que yo no quise oír

o es la recompensa ingrata

de las devoraciones de todos los que saborean y engordan

con tus esfuerzos

sin mover un dedo

.

Imagen tomada de acá.

* de una canción de Soda Stereo

Post scriptum

 

Prender una luz verde

fuego

y vida

esperar cualquier cosa

saberse retratado nunca

no oponer resistencia al cambio inexorable

dejarse ir

dejarse

ir

dejarse

la mentira del imperio y soltar las velas

a todo trapo

a la mitad de nada

 

caen estrellas

hay oídos y ojos y dientes y lenguas

canibalismos

frente al santo grial de la información que vomitamos a diario

que lamemos a diario

un dedo atado a una mano que se sujeta de un brazo que apenas sostiene

un cuerpo

mientras es asfixiado por la atadura de un clic

…revivir en las esquirlas del tiempo

huraño

humano

posible

.

.

Imagen tomada de acá,

La desolación

Dia-soleado_800a

 La razón huye

de la cotidianidad, sitiada

en enclaves, aterrada de sí misma.

Vieja, anquilosada a veces.

La sinrazón nos inunda:

torrente,

maremoto,

calamidad

espirales de humo y nada

marabuntas de liviandad

la furibunda expansión del hedonismo delirante

vidrio molido

sabiduría denostada

fe de cálculo y encerrada a cal y canto en sí misma

leyes de inhumanidad

fuegos artificiales con olor a toro, a barro, a chop suey

solidaridad de zapping

sonrisas bobas de rodillas ante el mandato del poder

dulces fotografías de misticismo narcisista

y no pensés más, que ya aburrís.

 

¿Será que es eso lo que nos hace falta?

 

Apagar las luces

darlo todo por perdido

refugiarse esperando

que de estos mil años de oscurantismo

y luego de que te quemen en la hoguera

sobreviva al menos una fracción ínfima

de tu pensamiento

algo que pueda ser reelaborado en un hipotético

y dudoso

siglo

de

las

luces

 

…pero a lo mejor esto no se trate más que de soberbia

y las fundaciones del mundo

no

quieran sostener

nada

de

vos

ni

de

mí.